Vol. 2 (2021): Fantasmas y manifestaciones del más allá

Las historias de fantasmas "[r]ompen la línea definitoria fundamental que separa la vida “real” de la "irrealidad" de la muerte, y subvierten esas unidades discretas por las que se constituye la “realidad” o los significados unívocos" (Jackson, 1981, pp.68-69). Estas entidades contienen, en sí mismas, la posibilidad de evocar peligros diversos para los sujetos y trastornar la cotidianidad con su simple presencia. La explicación de este ser fantástico acusa a una superación de la lógica; su aparición y reconocimiento de su existencia afectan a la cordura de quienes pretenden negar lo sobrenatural. Representan la oposición a la creencia de la finitud de la vida, y son la materialización de la irracionalidad y de las pasiones. El fantasma encarna, con toda seguridad, el elemento más representativo del terror en el arte. Su presencia se ha extendido espacial y temporalmente, adaptándose a cada circunstancia y modalidad discursiva.