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  • Corporalidades monstruosas
    Vol. 4 Núm. 1 (2023)

    El cuerpo es el medio que condiciona la experiencia humana sobre el entorno; a través de él se percibe el mundo sensorialmente y se construye una identidad. A lo largo de la historia, los cuerpos han sido ocultados, exhibidos, decorados e intervenidos, partiendo desde el concepto que el común denominador entiende por lo “natural”. Sin embargo, también existen otros cuerpos, aquellos que son excluidos por su “anormalidad” o por disponer de rasgos que escapan de las representaciones impuestas por los discursos hegemónicos. Así, el Otro, en tanto alteridad inasible, se torna un monstruo y su sola presencia es símbolo de amenaza, por lo que deviene en causante de zozobra, terror o asco. Frente a un cuerpo que amenaza lo considerado normal, el mundo conocido se transforma en un espacio propicio para el horror. Ello se enfatiza cuando aquellos sujetos provistos de cuerpos monstruosos penetran en el statu quo a fin de reclamar un lugar y una identidad, demostrando la fragilidad de las estructuras racionales sobre las que se sostiene nuestra noción de lo real. Ya sean cuerpos artificiales, duplicados, depravados, mutados o sobrenaturales, la literatura y el arte en general han representado al cuerpo abyecto y monstruoso desde sus múltiples aristas.

  • Cartografías del vampiro
    Vol. 3 (2022)

    El presente volumen está enfocado en el vampiro de la literatura española e hispanoamericana. La construcción de este ser chupasangre se remonta a antiguas civilizaciones y es asociada a la figura del renacido, sujeto limítrofe entre la vida y la muerte. Sin embargo, no es hasta la Ilustración que se convierte en un motivo frecuente en la literatura, representando la materialización de los miedos de una sociedad ante los cambios hostiles e incertidumbres de la modernidad. Ya sea como metáfora social, política o sexual, el vampiro se manifiesta en múltiples expresiones artísticas de acuerdo a los contextos en que se configura. De tal manera, en "Cartografías del Vampiro" se explorará a este personaje canónico del arte de terror a través de cuatro ejes principales: como mito, como representación de tensiones socio-sexuales, desde su vinculación con la otredad y desde su asimilación en la tradición oral.

  • Fantasmas y manifestaciones del más allá
    Vol. 2 (2021)

    Las historias de fantasmas "[r]ompen la línea definitoria fundamental que separa la vida “real” de la "irrealidad" de la muerte, y subvierten esas unidades discretas por las que se constituye la “realidad” o los significados unívocos" (Jackson, 1981, pp.68-69). Estas entidades contienen, en sí mismas, la posibilidad de evocar peligros diversos para los sujetos y trastornar la cotidianidad con su simple presencia. La explicación de este ser fantástico acusa a una superación de la lógica; su aparición y reconocimiento de su existencia afectan a la cordura de quienes pretenden negar lo sobrenatural. Representan la oposición a la creencia de la finitud de la vida, y son la materialización de la irracionalidad y de las pasiones. El fantasma encarna, con toda seguridad, el elemento más representativo del terror en el arte. Su presencia se ha extendido espacial y temporalmente, adaptándose a cada circunstancia y modalidad discursiva.

  • Locura y terror en el arte
    Vol. 1 (2020)

    En esta oportunidad, el eje temático del dossier gira en torno a la locura y el arte de terror. La clasificación de lo ''normal'' se aplica de forma indistinta a todo ser humano que cumple con las características —las que sean según el contexto socio-cultural— que una vida colectiva requiere. Sin embargo, todo paradigma está determinado por fallas que escapan de la lógica establecida y estas pueden presentarse bajo la forma de individuos desestabilizadores del ethos de la comunidad. Locos, psicópatas, asesinos, entre otras materializaciones de lo irracional, son causa de miedo: ya sea porque amenazan con las estructuras preestablecidas, o porque insertan en la cúpula colectiva el terror primero: la muerte. El arte, a lo largo del tiempo, no ha sido ajeno a estas representaciones, y tal es el punto de interés en este primer número.